Escolapis de Solsona. (1774 – 1998)
Per Salvador Tarragó Cid (Arxiu SOS 1998)
El edificio construido para los Escolapios en Solsona entre los años 1774 y 1790 por el obispo Rafael Lasala, constituyó uno de los más interesantes ejemplos de la arquitectura neoclásica del siglo XVIII en Cataluña. La composición general del volumen y de las fachadas era del más estricto orden neoclásico, es decir, de una gran racionalidad: superficies planas, simetría y regularidad de aperturas en todo su contorno.
Urbanísticamente, el edificio de los Escolapios, junto con la Catedral y el Palacio del Obispo y el edificio del Consejo Comarcal, formaba parte del conjunto de edificios monumentales más importantes del centro histórico de Solsona, al mismo tiempo que, situados los tres en el perímetro de murallas y en cada una de las tres fachadas que delimitan el mencionado centro histórico, ayudaba a calificar su tramo respectivo. De aquí la importancia estratégica que tenía en el paisaje solsonés el grupo de los tres subconjuntos. Así pues, el edificio de los Escolapios tenía méritos con creces por ser declarado Bien Cultural de Interés Local, competencia que tiene asignada el Ayuntamiento.
La identidad cultural de Solsona recae en sus monumentos y los valores histórico y artístico de su centro histórico. Con la destrucción del edificio de los Escolapios, además de perderse el único edificio del siglo XVIII existente en Catalunya y que proporcionaba un conocimiento íntegro de la arquitectura escolar en el Principado (con una tarea pedagógica entre los años 1790 y 1837), mengua unos de los más sólidos activos económicos como ahora los valores artístico y turístico, del mencionado centro histórico, que ha costado tantos siglos en construir.
SOS Monuments, junto a un amplio sector de Solsona pidió la protección del edificio por parte del Ayuntamiento, recibiendo como toda respuesta un acto de carencia total de respeto al Patrimonio Cultural, materializado en su destrucción irreversible. *
* Las formas verbales utilizadas en el texto, originariamente en presente de indicativo, han tenido que ser transformadas en pasado, ya que, desgraciadamente, el edificio de los Escolapios de Solsona ya no puede perdurar más que en el recuerdo, una vez derrocado bajo la iniciativa llevada a término por el Ayuntamiento solsonés dirigida a la construcción de viviendas y del teatro comarcal del Solsonés.